Momentos antes, el Congreso había sido inaugurado por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla
Sevilla, 22 de noviembre de 2014.- Monseñor Fernando Sebastián ha pronunciado en la primera ponencia programada en el II Congreso andaluz del profesorado de religión católica.
En su ponencia destacó que corren tiempos de dificultad y de poca claridad. Jesús es el gran educador que nos llama para iluminar y ser luz. La Misión del profesor no es algo aislado, se realiza en nombre del Señor, Jesús. Hemos de tener Amor y habilidad para mostrar y entrar en el mundo espiritual dentro de un mundo intolerante. El cristiano es un entusiasta de Dios que necesita desarrollar seguridad, satisfacción y capacidad para ser un educador mejor según el ejemplo de Jesús. El educador católico debe facilitar a sus alumnos una auténtica experiencia de fe.
Estamos en un mundo de lluvia ácida. La educación es lo que queda en el corazón de los alumnos cuando nosotros nos vamos.
Reticencias a la familia y a la religión que son dos potencias educadoras. ¿Si desaparecen quién educará?
Con anterioridad tuvo lugar el acto de inauguración del Congreso en el que intervinieron el Secretario Técnico de Enseñanza de los Obispos del Sur de España, D. J osé Rafael Rich, el Delegado diocesano de Enseñanza de Sevilla, D. Juan Manuel Rodríguez y el Obispo auxiliar de Sevilla, D. Santiago Gómez Sierra quién animó en la tarea educativa e insistió en la importancia de estar coordinados con las familias y las parroquias al mismo tiempo que insistía en ser verdaderos ejemplos para los alumnos y testigos en la vida de fe.
En su intervención el Sr. Alcalde de Sevilla, Don Juan Ignacio Zoido agradeció a los organizadores y asistentes el esfuerzo por el II Congreso, dio la bienvenida a la ciudad y animó a la tarea educativa y al crecimiento en los valores que nos unen. El Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, recordó entre otras cosas, cuáles son los Acuerdos y sus exigencias, ignorados en la última reforma educativa: la realidad es que se margina al profesorado y no se trata a la asignatura de religión como a las demás. Tras sus palabras dio por inaugurado el Congreso.